Safrà del Montsec nace con el objetivo de contribuir a la recuperación del tradicional cultivo de azafrán en Cataluña, región de España que, gracias a sus condiciones idóneas en ubicación y clima mediterráneo, llegó a ser la zona de mayor producción y exportación de esta especia durante la Edad Media hasta bien entrado el siglo XV.
Somos una joven pareja de agricultores enamorados de la naturaleza. Vivimos rodeados de ella, la cuidamos y la trabajamos para volver a nuestras raíces siguiendo el método tradicional de plantación de azafrán.
Formamos parte de la comunidad e instituciones comprometidas con el medio ambiente y la explotación sostenible de los recursos naturales. El objetivo de Safrà del Montsec es consolidar un agrosistema económicamente sostenible para la zona por medio del cultivo de azafrán ecológico.
Magda Plazas Figueroa
“Lucha siempre por tus sueños” es la eterna herencia de mis padres, quienes desde siempre me han acompañado en las diferentes decisiones de mi vida. Y es la premisa que me motivó cuando, junto con Jaume, decidimos iniciar este proyecto con apenas unos pocos recursos pero con todo el apoyo de nuestra familia y el amor por esta tierra que me ha acogido. Estudiar la historia, las propiedades y el cultivo del azafrán ha hecho que este proyecto pasase de una opción de vida a una pasión vivida.
En Safrà del Montsec soy encargada de realizar y supervisar los procesos de desbrizne y secado del azafrán durante la cosecha, así como de realizar la posterior revisión de las hebras de azafrán antes de ser envasadas. Dedico todo el tiempo necesario para que el producto final sea acorde con nuestra filosofía y para que el cliente final pueda percibir desde el primer momento que está obteniendo un producto auténtico, trabajado con amor y dedicación.
Jaume Casado Carulla
“Si desde dentro de uno mismo nace la voluntad de seguir mejorando, nunca todo el esfuerzo será suficiente”. Después de vivir toda la vida en Barcelona, decidimos, junto con Magda, emprender la aventura de Safrà del Montsec con mucha ilusión. Para mí no sólo ha supuesto un gran cambio a todos los niveles sino que fue la primera vez que era feliz haciendo el trabajo que hacía y continúo haciendo. El hecho de que mi principal labor sea cuidar la tierra y las plantas de azafrán y mi puesto de trabajo esté rodeado de naturaleza, hace crecer la dedicación y la delicadeza con la que desarrollo las tareas del día a día.
Durante la cosecha, me encargo de realizar y organizar el proceso de recolección de la flor de azafrán, así como de supervisar que esta tarea se realiza según los estrictos parámetros que nosotros mismos exigimos y nos exigimos. La entrega, honestidad y exigencia con las que trabajo a diario son cualidades que intento transmitir a través de nuestro azafrán ecológico del Montsec.